NUESTRA HISTORIA
Café Sagrado es una empresa familiar que nace de la inspiración, valentía y esfuerzo de dos hermanas, con sus raíces plantadas en Colombia y sus sueños en Europa.
Nuestras fundadoras, Helena y Ana, siempre soñaron con crear su propio café artesanal colombiano y darlo a conocer al mundo.
Helena decidió hace más de 20 años emigrar a España con su esposo, sus tres hijos y una maleta cargada de sueños. Para ella, el café se convirtió en el ingrediente perfecto para conectar nuevamente con su origen, su familia y su esencia. Ella se encarga de dar a conocer Café Sagrado fuera de Colombia.
Ana, desde su finca en Barichara, se encarga de dar alas a ese sueño compartido, cultivando y cosechando de manera 100% artesanal un café de altísima calidad.
Estas dos hermanas son el alma de un proyecto en forma de grano, aroma exquisito y sabor inigualable. Nuestro objetivo es ofrecer al mundo el café perfecto para tomarnos un momento y disfrutar.
NUESTRA FILOSOFÍA
En estos tiempos en los que el mundo se mueve tan rápido, desde Café Sagrado queremos ayudarte a tomarte un respiro y disfrutar de los momentos especiales en tu vida. Por eso, concebimos el café como un ritual sagrado.
En Café Sagrado estamos convencidos de que un café artesano merece una pausa. Puede ser tan simple como ese merecido y energizante café para afrontar el ultimo tramo del día o tan único y memorable como un reencuentro con aquellos que tanto hemos echado de menos.
NUESTRO CAFÉ
Café Sagrado nace en la finca La Laguna en Barichara, un municipio colombiano ubicado en el departamento de Santander. Allí, nuestro café es producido a una altura de 1.650 metros y es cultivado de manera 100% artesanal y amigable con el entorno.
Desde el origen intentamos mantener un proceso puramente artesanal y amigable con el entorno.
Nuestro café insignia, Especial “Colombia”, es un café lavado, secado naturalmente y sin fermentación, lo cual aporta matices y sabores frutales muy característicos. El proceso de trillado es realizado por caficultores de la región, que seleccionan con sus propias manos, uno a uno, los mejores granos de la cosecha. Luego se lleva a cabo un tueste medio – siempre en pequeñas cantidades para garantizar la frescura del grano – que nos permite conservar y refinar aquellas notas de sabor presentes en cada taza y que hacen de Sagrado un café único.
